Hace tiempo que tenía guardada una botella de cristal. Al acabarse el licor, me dio pena deshacerme de ella ya que me pareció bonita, así que la guardé con la idea de algún día darla uso.
Enredando con la pasta habitual con la cual suelo hacer de las mías (Fimo), poco a poco fui dando forma a la idea que tenía en la cabeza. Una vez cocido, lo envejecí para darle un aspecto rústico y unas manitas de barniz, ya que siempre es de mas fácil limpieza. Luego decoré el cuello de la botella con cuerda marrón y unas cuentas que hice con los restos del Fimo.
Esta será mi nueva botella de aceite.
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